Educación, Formación y Rehabilitacion
RESUMEN:
Curso "Las personas con discapacidad intelectual ante un proyecto de vida propio": expertos en educación inclusiva defienden la necesidad de un cambio de "modelo educativo" y de "mentalidad" en el actual sistema de enseñanza
Noticia
La enseñanza inclusiva requiere un cambio de modelo y de mentalidad
Curso "Las personas con discapacidad intelectual ante un proyecto de vida propio": expertos en educación inclusiva defienden la necesidad de un cambio de "modelo educativo" y de "mentalidad" en el actual sistema de enseñanza.
Pere Pujolàs
Doctor en pedagogía, coordinador del Grupo de Investigación sobre Atención a la Diversidad de la Universidad de Vic y ponente en el II Congreso Iberoamericano sobre el Síndrome de Down
Este experto en educación defendió durante el curso los beneficios (en valores y académicos) que supone para los alumnos sustituir el actual modelo educativo individualizado por una enseñanza cooperativa entre los propios estudiantes.
Pujolàs defendió durante su ponencia el aprendizaje cooperativo como “el uso didáctico de equipos reducidos de alumnos (entre 3 y 5) para aprovechar al máximo la interacción entre ellos con el fin de maximizar el aprendizaje de todos”.
Los beneficios
“El aprendizaje cooperativo”, aclara a DOWN ESPAÑA, “consiste en un método educativo diseñado para que puedan ser atendidas las especificidades educativas de grupos de alumnos heterogéneos: de diversas culturas, de capacidades diferentes, desigual extracción socio-cultural, tengan o no discapacidad, intereses variados, etc.”
"Las estrategias cooperativas favorecen el aprendizaje de todos los alumnos: no sólo de los que tienen más problemas para aprender (incluyendo a los que tienen necesidades educativas especiales vinculadas a alguna discapacidad y que son atendidos dentro las aulas ordinarias junto a sus compañeros no discapacitados), sino también de los más capacitados para el aprendizaje", sostuvo en su intervención.
“Los miembros de un equipo de aprendizaje cooperativo tienen una doble responsabilidad: aprender lo que el profesor les enseña y contribuir a que lo aprendan también sus compañeros de equipo. Y tienen además una doble finalidad: aprender los contenidos escolares, y aprender a trabajar en equipo, como un contenido escolar más."
“Las experiencias de aprendizaje cooperativo, comparadas con las de naturaleza competitiva e individualista, favorecen el establecimiento de relaciones mucho más positivas, caracterizadas por la simpatía, la atención, la cortesía y el respeto mutuo. Además, es netamente superior por lo que se refiere al rendimiento y productividad académica de los participantes.”
Transición al modelo cooperativo
“Para que podamos avanzar hacia aulas inclusivas y para poder aprender esa diversidad hace falta cambiar la estructura de la clase. La estructura actual es individual, donde el profesor atiende de forma independiente a los alumnos y olvidando las posibilidad de que los alumnos se ayuden los unos a los otros”.
“Lo fundamental para afrontar la transición de un modelo educativo a otro”, añade Pujolàs, “es pasar de que el profesor enseña a los alumnos, a una interacción entre los propios alumnos y de estos con el profesor. Este cambio no sustituye al maestro, obviamente, sino que se suman ambas interacciones ‘entre iguales’”.
“Tradicionalmente se ha pensado que los alumnos aprenden de forma individual, y se ha visto el trabajo en equipo como un sustituto de aquel aprendizaje, pero no es así, se pueden dar ambos modalidades de forma simultánea”.
“El problema está en que los alumnos no están preparados para trabajar de esta manera. Este trabajo sólo se puede llevar a cabo en clases cohesionadas, donde los estudiantes se aprecien mutuamente y donde no se excluyan. Es necesario que se realice una preparación previa del aula, que tendrá que hacer el propio profesor, y que consiste en cohesionar al grupo antes de trabajar en equipo.”
Una vez el grupo ya está preparado para trabajar de manera conjunta, cooperativa, es necesario enseñarles a trabajar de esta manera: “Otro grave problema es que los alumnos no saben trabajar de forma conjunta; es un contenido más que los maestros deben enseñar”.
Pero no sólo tienen que aprender los alumnos, sino que también el cambio de modelo debe ser afrontado por los profesores: “También es importante que los profesores trabajaran en equipo en los centros educativos. Pero eso sí, si esta cooperación no se produce, eso no es excusa para no trabajar con los alumnos siguiendo este modelo”.
Investigación
La Universidad de Vic (Barcelona), en la que imparte clases Pere Pujolàs, está llevando a cabo una investigación en España sobre educación cooperativa, para aplicar y evaluar un programa didáctico, dirigido a profesores de primaria y secundaria de centros públicos y privados-concertados, para que puedan enseñar a sus alumnos a trabajar y aprender en equipo.
Con este proyecto, denominado “CA-AC” por “Cooperar para Aprender-Aprender a Cooperar”, la Universidad quiere demostrar que trabajando de manera cooperativa mejora el clima del aula, las relaciones son mucho más positivas y, como consecuencia, mejora el rendimiento académico de los estudiantes.
Los resultados de esta investigación será presentados durante el II Congreso Iberoamericano sobre el Síndrome de Down, que tendrá lugar en la ciudad española de Granada, entre abril y mayo de 2010.
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Ana Belén Rodríguez
Coordinadora de la Red Nacional de Educación de DOWN ESPAÑA y coordinadora del Programa de Recursos Educativos de DOWN MÁLAGA
Ana Belén Rodríguez, que expuso a los participantes en el curso el Plan de Acción de la Red Nacional de Educación de DOWN ESPAÑA, aseguró en declaraciones a DOWN ESPAÑA, que la verdadera inclusión educativa pasa por que se produzca un cambio de mentalidad en las familias.
"Se dice que el fallo está en que no hay recursos, pero no es un problema de recursos sino de mentalidades", afirmó. "La educación es un derecho por el que tenemos que luchar -prosigue- todo esto está recogido en la LOE, que asegura una educación de calidad para todos los alumnos, basada en la equidad, la igualdad y la no discriminación".
Rodríguez asegura que en los últimos años hay un claro retroceso en la inclusión del alumno con discapacidad. Se refiere concretamente a una situación que cada vez se produce más a menudo. Cuando las familias piden la entrada de sus hijos en colegios ordinarios muchas veces la respuesta que reciben del centro escolar es que no están preparados para este tipo de alumnado por carecer de recursos. Ante esta situación "las familias no reivindican lo que les corresponde o lo hacen con la boca pequeña, pero no deben tener miedo", afirma. "La realidad es que de los recursos que los profesores emplean para las personas con necesidades especiales se beneficia el resto de la clase, que recibe un refuerzo de lo que se imparte".
En su opinión, la calidad de la enseñanza mejora si al aprendizaje de conocimientos se le añade un aprendizaje en valores. "La solidaridad no se aprende excluyendo a los que son distintos sino incluyéndoles. Es una pena que haya tanta teoría pero que luego ésta no se lleve a la práctica" concluye.
Aún así, Rodríguez prefiere no caer en el pesimismo ni el victimismo. "Hemos avanzado muchísimo. El sistema educativo ha cambiado a mejor y afortunadamente hoy tenemos una ley que nos respalda, una ley de inclusión educativa y en ella vamos a trabajar desde la Red Nacional de Educación para reivindicar lo que es justo para el colectivo de personas con síndrome de Down"
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