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RESUMEN:
La normativa establece para las guarderías una franja de edad entre 0 y 3 años, por lo que Servicios Sociales expulsó a Mario (que cumple 4 años en agosto) de su centro, contradiciendo las recomendaciones de la Consejería de Educación de La Rioja
Noticia
Dos interpretaciones opuestas de la Ley dejan sin guardería a un niño con síndrome de Down
La normativa establece para las guarderías una franja de edad entre 0 y 3 años, por lo que Servicios Sociales expulsó a Mario (que cumple 4 años en agosto) de su centro, contradiciendo las recomendaciones de la Consejería de Educación de La Rioja.
Mario era un niño feliz que acudía a la guardería con normalidad, hasta que una inspección de Servicios Sociales resolvió que no debía estar allí porque cumpliría cuatro años el próximo verano, obligándole a pasar al colegio.
El equipo de atención temprana dependiente de la Consejería de Educación de La Rioja, sin embargo, aconsejaba en un informe que la asistencia de Mario a la guardería durante el presente curso escolar "resultaba muy adecuada", pues "se beneficia ampliamente del contexto socio-estimular y educativo del centro".
Paralelamente, otro informe de los trabajadores sociales de DOWN LA RIOJA ARSIDO, asociación de síndrome de Down a la que pertenece la familia, recomendó que continuara un año más en la guardería para que, al comenzar el colegio, tuviera el mismo nivel de madurez que sus compañeros, pues Mario todavía no ha comenzado a hablar y sigue usando pañal.
Roberto Vitoria, gerente de DOWN LA RIOJA ARSIDO, explica que el problema consiste en dos interpretaciones diferentes de una misma normativa, que ha llevado a que la Consejería de Educación entienda que con 3 años cumplidos se puede continuar en la guardería, mientras Servicios Sociales considera que a esa edad se debe entrar ya al colegio.
Vitoria, sin embargo, asegura que DOWN LA RIOJA ARSIDO lo que pide es que, "independientemente de la interpretación que se haga de la ley", se tengan en cuenta "unas necesidades educativas especiales que hay que satisfacer".
Además, recuerda que la normativa que regula las guarderías pasará, previsiblemente, a depender el próximo año de la Consejería de Educación (que recomienda que Mario permanezca durante este año en la guardería), y que el borrador de dicha normativa abre la puerta a prolongar la estancia en estos centros si existiesen necesidades educativas especiales, como es el caso.
Vitoria se pregunta hasta qué punto debe ser estricta una ley como para pasar por encima de las necesidades de un niño, y recuerda que los únicos que están en contra de que Mario permanezca en la guardería son los Servicios Sociales.
Mientras tanto, Mario ya ha perdido cuatro meses esenciales para su desarrollo integral.