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RESUMEN:
Seis jóvenes con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales trabajan como cooperantes viarios en Barcelona. Su labor consiste en situarse a las puertas de tres centros educativos de la ciudad y velar por la seguridad viaria de la zona
Noticia
Jóvenes con síndrome de Down colaboran en tareas de seguridad vial
Seis jóvenes con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales trabajan como cooperantes viarios en Barcelona. Su labor consiste en situarse a las puertas de tres centros educativos de la ciudad y velar por la seguridad viaria de la zona.
Proyecto Cooperante Viario
Entre los cometidos que realizan estos jóvenes desde el pasado 17 de octubre está evitar que los conductores aparquen poniendo en riesgo a los menores al abrir la puerta del coche, comprobar que todo el mundo lleve puesto el cinturón de seguridad o el casco, observar y tomar nota de las actitudes y comportamientos de alumnos y padres a la entrada y salida de las escuelas, o advertir a turismos y motocicletas para que no molesten el tráfico de los viandantes.
Al terminar su labor de observación y recomendación, los seis chicos (tres en horario de mañana y tres de tarde) rellenan unas fichas que posteriormente son analizadas en las escuelas. Estos datos son remitidos más tarde a la Guardia Urbana, quien se encarga de estudiar si es necesario acometer modificaciones sobre alguno de los elementos de seguridad viaria de las zonas en las que se trabaja.
Se trata de una iniciativa que, además de mejorar las incidencias que se puedan producir en la vía, consigue integrar a los jóvenes con discapacidad intelectual en el mundo laboral, ofreciéndoles un contrato.
De la mano de la Fundación Catalana Síndrome de Down
El proyecto está impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona junto a la Fundación Catalana Síndrome de Down y Fundación Abertis, y de momento consiste en una prueba de tres meses de duración. En función de los resultados que se obtengan se considerará la posibilidad de ampliar tanto la duración del proyecto como los centros educativos adheridos.
Antes de empezar a trabajar, estos cooperantes viarios fueron formados por agentes de la policía municipal y la Fundación catalana de Síndrome de Down. Ésta última se encargó de instruirles en actuación ante situaciones de riesgo, así como de ofrecer un tutor para cada joven, que se encarga de supervisar el trabajo realizado.
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